Para qué
Para vivir de su amor sacerdotal: Eucaristía y Redención.
Movidas por el amor de Cristo Sacerdote, nuestra vida está ofrecida por la santidad de los sacerdotes y la Iglesia.
Para saciar su sed de almas, de santidad sacerdotal.
El escudo de la Congregación es expresión viva del Misterio sacerdotal de Cristo: la eucaristía y la Cruz, en el que se centra nuestra vida
Carisma de la congregación
La Congregación de HH. Oblatas de Cristo Sacerdote nació en Madrid en 1938. Es una congregación monástica de vida íntegramente contemplativa. Las oblatas viven entregadas totalmente a Dios «en la soledad y en el silencio, en la oración constante y austera penitencia».
Sus fundadores, Don José María García Lahiguera y María del Carmen Hidalgo de Caviedes y Gómez, sintieron profundamente la necesidad de sacerdotes santos en la Iglesia y captaron con fuerza el latido del Corazón de Cristo en el momento cumbre de su entrega: Padre, por ellos ruego y por ellos me inmolo.
La ORACIÓN es la constante ocupación de la oblata, ya sea con la alabanza a Dios por la liturgia, ya en el silencio de la oración mental, ya en medio de los trabajos de la vida cotidiana.
EL ESPÍRITU DE OBLACIÓN es el distintivo de la Congregación. Por su profesión, la oblata queda unida de modo especial a Cristo Sacerdote. Su ofrenda, asociada al sacrificio redentor de Jesucristo, se va convirtiendo en realidad concreta y continuamente vivida por la progresiva configuración con Cristo pobre, virgen y obediente hasta la muerte de cruz.
Todo esto realizado en el marco sencillo y alegre de la vida común que, dentro del espíritu de soledad y silencio, da a la oblata ocasión constante de practicar sus virtudes, especialmente la humildad y la caridad, de modo que la comunidad forme un solo corazón y una sola alma fundidos en un mismo espíritu y un solo Amor, que es Cristo.