ENCUENTRO DE ORACIÓN
A LAS 4,00 pm
EN EL MONASTERIO DE SALAMANCA
Avda. de los Maristas, 79
La Hora de Nona es la oración de la Hora de la Cruz
Jesús en la Cruz nos alcanza la salvación.
Su Corazón abierto nos da el agua viva, el Espíritu Santo.
TIEMPO DE EPIFANÍA:
SE HA MANIFESTADO EL AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES.
DIOS HECHO NIÑO ES LUZ PARA TODOS LOS PUEBLOS,
PARA QUE TODOS SE SALVEN.
ESA LUZ HA LLEGADO A TODA SU POTENCIA EN LA CRUZ.
LA CRUZ ES LA MÁXIMA MANIFESTACIÓN
DEL AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES.
ES LA FUENTE DE SALVACIÓN PARA TODO QUE SE ACERQUE.
TODO QUEDA ILUMINADO A SU LUZ.
HORA DE NONA
V/. Dios mío ven en mi auxilio
R/. Señor date prisa en socorrerme
Gloria al Padre….
HIMNO.
Gloria al Señor, gloria al Buen Dios, y al hombre paz.
De un dulce son se oye el cantar,
ángeles son que hablan de paz.
En la noche celestial, en que mostró Dios su bondad.
Carne tomó del corazón más virginal.
Hombre es ya Dios, Hombre mortal
Y al hombre dio ser inmortal
Noche la más celestial, noche de amor, de amor y paz.
Buscando a Dios, su Creador, tres reyes van.
La fe guio su caminar. La paz les dio su confiar.
Y en regazo maternal hallan a Dios, Amor y paz.
Antífona:
Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Salmo 118,73-80
Tus manos me hicieron y me formaron:
instrúyeme para que aprenda tus mandatos;
tus fieles verán con alegría
que he esperado en tu palabra;
reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo;
cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad;
que se avergüencen los insolentes
del daño que me hacen;
yo meditaré tus decretos.
Vuelvan a mí tus fieles
que hacen caso de tus preceptos;
sea mi corazón perfecto en tus leyes,
así no quedaré avergonzado.
Salmo 58,2-5.10-11.17-18
Oración pidiendo la protección de Dios contra los enemigos
Estas súplicas expresan la confianza del Salvador en su Padre. (Eusebio de Cesarea)
Líbrame de mi enemigo, Dios mío;
protégeme de mis agresores,
líbrame de los malhechores,
sálvame de los hombres sanguinarios.
Mira que me están acechando,
y me acosan los poderosos:
sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
sin culpa mía, avanzan para acometerme.
Despierta, ven a mi encuentro, mira:
tú, el Señor de los ejércitos,
el Dios de Israel.
Estoy velando contigo, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;
que tu favor se adelante, oh Dios,
y me haga ver la derrota del enemigo.
Pero yo cantaré tu fuerza,
por la mañana aclamaré tu misericordia;
porque has sido mi alcázar
y mi refugio en el peligro.
Y tocaré en tu honor, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar.
Salmo 59
Oración después de una calamidad
En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: Yo he vencido al mundo. (Jn 16,33)
Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas;
estabas airado, pero restáuranos.
Has sacudido y agrietado el país:
repara sus grietas, que se desmorona.
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo,
dándole a beber un vino de vértigo;
diste a tus fieles la señal de desbandada,
haciéndolos huir de los arcos.
Para que se salven tus predilectos,
que tu mano salvadora nos responda.
Dios habló en su santuario:
«Triunfante ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot;
mío es Galaad, mío Manasés,
Efraín es yelmo de mi cabeza,
Judá es mi cetro;
Moab, una jofaina para lavarme;
sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria.»
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom,
si tú, oh Dios, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?
Auxílianos contra el enemigo,
que la ayuda del hombre es inútil.
Con Dios haremos proezas,
él pisoteará a nuestros enemigos.
Antífona:
Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
LECTURA BREVE
Is 65, 1
Ofrecí una respuesta a los que no preguntaban, me dejé encontrar de quienes no me buscaban; y dije: «Aquí estoy, aquí estoy», a un pueblo que no invocaba mi nombre.
Responsorio Breve
V/.Arrancó el Señor mi alma de la muerte.
R/.Caminaré en su presencia en el país de la vida.
OREMOS
Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo se manifestó en la realidad de nuestra carne, concédenos poder transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos conocido semejante a nosotros en su humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
STO. ROSARIO